Fases de una semana con fiebre

Esta semana ha sido bastante interesante porque me he dado cuenta de varias cosas.

En primer lugar, me he dado cuenta de que mi cerebro y mi cuerpo funcionan cada uno a su bola, en serio, cada uno lleva su ritmo y de repente… zas! Están unidos.

Llevaba unas semanas bastante productivas. Me levantaba y me ponía a estudiar como si no hubiera mañana. Y me daba tiempo a saberme los temas de la semana, a repasar los temas anteriores y ojo! A ir con temas adelantados.

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Mi cerebro estaba on fire, no había quién lo parara. Y de repente mis días se convirtieron en días de 48 horas donde, me iba a andar mis 10.000 pasos diarios tranquilamente, y luego, seguía estudiando, tenía tiempo para ver series, etc.

En serio, estaba que lo petaba.

Y de repente, mi cuerpo dijo: “Oye Cris, tú de qué vas?”

Y pensó que ese no era un buen ritmo de vida… Que oye, que me relajara un poco…

Y lo hizo. Vaya que si lo hizo.

Y no os creáis que lo acepte así tan fácilmente. No.

Aquí entra la primera fase, la fase previa:

1. Bienvenido Tiempo Libre

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Al principio, cuando empecé con dolor de cabeza, pensé: “Bueno Cris, un día libre de más, aprovéchalo y duerme todo lo que no has dormido en tu vida”.

Y oye, la mar de bien.

Y al día siguiente estaba exactamente igual. O peor.

Pasamos a la segunda fase:

2. El Enfado

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Y ya empece a mosquearme y a tomarme todas las drogas blandas que me encontré en el baño (Ibuprofeno, paracetamol…) ahí a tope, mientras pensaba: “oh, maldito cuerpo, ponte bueno de una vez… Que está muy bien esto de descansar pero tengo cosas que hacer en mi vida”.

Después de ese mosqueo previo (y digo “mosqueo” porque muchas ganas de quejarme / enfadarme no tenía) seguía durmiendo y pensaba: “bueno, vamos a ver… Igual es que necesito descansar MÁS”

A todo esto mi cerebro dejó de funcionar. Lo único que quería era ver juego de tronos, breaking bad y miles de series que nunca había empezado.

Vale, free time. yupi. Es lo que necesito en este momento.

No.

La tercera fase se llama:

3. La negación.

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Vale Cris, nunca has estado tanto tiempo así sin ninguna causa justificada (tenía fiebre pero no era algo exagerado), así que esto es fruto de tu propio cerebro, que se ha enganchado a Breaking Bad y ha decidido que el Código Civil te lo estudias tú solita.

Me levanté y me puse a estudiar. Fue muy gracioso. Los minutos más desaprovechados de mi vida.

Y me di cuenta de que no, no me estaba acomodando… Es que mi cerebro realmente necesitaba un descanso.

Y volví a dormirme.

Después de darlo todo por perdido, no os penséis que me rendí. Al día siguiente me puse a “estudiar”. Eso sí, una ameba habría sido más productiva que yo, os lo aseguro.

Ya llevaba 5 maravillosos días de mi vida (mi productiva ex-vida) en la cama / estudiando / viendo series… Y pensé que no, que esto del tiempo libre no es tan bonito como lo pintan. Que vamos a ver, dame 10.000 euros al mes y dame tiempo libre, ya verás como hago algo productivo (no sé, ir de compras) pero a ver, con este ánimo… ¿qué esperas?

A todo esto… llevaba 2 meses tomando 2 naranjas al día… Una persona que tomaba como mucho 2 piezas de fruta AL MES, pasó a tomar 2 naranjas al día.

Mi cuerpo se ha sobrecargado de tanta Vitamina C y se ha vuelto loco. Lo estoy viendo.

En fin, que me di cuenta de que tenía que ir al médico (un catarrillo común, qué me va a decir? “paracetamol y mucha agua” el remedio infalible para cualquier enfermedad) y aquí llega mi última fase:

4. Aceptación.

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Parece ser que los opositores / estudiantes no nos podemos poner enfermos, ¿no? Que, vamos a ver, una gripe se pasa en día y medio y al segundo día ya estás estudiando tus 8 / 10 horas otra vez, como un campeón.

Parece ser que no podemos ni deberíamos tener tiempo para ir al médico. Que tenemos que estar todo el día delante de las hojas. Y que los virus ni nos afectan, somos inmunes a cualquier bicho viviente.

Pues no es cierto.

Porque a veces, nuestro cuerpo nos está diciendo: “Echa el freno”. Nos advierte de que, a veces, necesitamos descansar. Que dejemos que nos mimen un poquito, que el Código Civil va a seguir encima de la mesa cuando estemos buenos… Pero nuestra salud… Ay amigo! Nuestra salud vale más que cualquier artículo (incluso de la mismísima Constitución).

Así que… Si queréis evitaros todas las fases por las que pasé estos días, aceptad que a veces necesitamos parar, descansar y dejarnos querer… Para retomar con más fuerza la próxima semana.

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